Entrevista ficticia
“Che” Guevara: en octubre se cumplen 40 años de su muerte
Encuentro con Ernesto Guevara en algún lugar de las sierras cercanas al Río Grande (Bolivia, octubre de 1967) (*)
El lugar es inhóspito. Llegar hasta aquí ha sido una incógnita. Los hombres bajo el mando del “Comandante” fueron totalmente sigilosos y precavidos, cualquier indicio de revelación por parte de alguien ajeno al grupo guerrillero puede ser el final para ellos.
Estamos en un chucheal (campo de una especie de bambú) al pie de la Cordillera Oriental, a unos cien kilómetros de Santa Cruz, ciudad a la que arribamos para el encuentro.
El “Che” se nota nervioso por la persecución que vive por parte de las tropas del General Barrientos y las últimas novedades no son alentadoras. Igualmente su imagen de hombre valeroso esta intacta e insufla optimismo en el resto del grupo.
Nos sentamos en un lugar bien oculto de las miradas enemigas y los puestos de vigilancia se encuentran alertas a nuestro alrededor.
Comienzo una charla amena donde Ernesto me pregunta cuestiones hogareñas de aquella patria que lo vio nacer.
Llegamos a la situación actual y sobre esta contesta que el mes de septiembre “debiera ser un mes de recuperación y estuvo a punto de serlo, pero la emboscada en que cayeron Miguel, Coco y Julio, malogró todo y luego hemos quedado en una posición peligrosa perdiendo además a León; lo de Camba es ganancia neta” refiriéndose a la captura de un oriundo de la región oriental de Bolivia. (Camba significa eso, oriundo de esta región).
- ¿Tuvieron encuentros con las fuerzas enemigas?
- Pequeños encuentros en que matamos un caballo, matamos y herimos un soldado y Urbano se tiroteó con una patrulla y la nefasta emboscada de la Higuera. Ya dejamos las mulas y creo que en mucho tiempo no tendremos animales de ese tipo salvo que vuelva a caer en un estado de mal asmático.
- ¿Ha tenido noticias de los otros grupos guerrilleros?
- Parecen ser ciertas varias de las noticias sobre muertos del otro grupo al que se debe dar como liquidado, aunque es posible que deambule un grupito rehuyendo contacto con el Ejército, pues la noticia de la muerte conjunta de los siete puede ser falsa o, por lo menos, exagerada.
- ¿Cómo son las operaciones del Ejército y de los campesinos?
- El Ejército esta mostrando más efectividad en su acción y la masa campesina no nos ayuda en nada y se convierten en delatores.
- ¿Cómo viven sus hombres el día a día?
- La moral del resto de la gente se ha mantenido bastante bien-, mira a su alrededor y señala con un movimiento de cabeza a un joven apoyado contra un montículo vigilando, – Hablé largamente con Pablito, como todos esta preocupado por la falta de contactos y estima que nuestra tarea fundamental es restablecerlo con la ciudad, pero se mostró firme y decidido “de Patria o Muerte” y hasta donde se llegue.
- Hoy es 7 de octubre, si hacemos un balance de las acciones en este mes ¿como fue el primer día?
- Paso sin novedad. Al amanecer llegamos a un bosquecillo ralo donde hicimos campamentos situando postas en los diferentes puntos de aproximación. Permanecimos un día más en aquel lugar, un cañón, ya que estaba bueno y la retirada garantizada, dado que se dominaban casi todos los movimientos de la tropa enemiga. Chapaco cocinó frituras y se dio un poco de charqui con lo que el hambre no se hizo sentir.
- ¿El día 2 estuvo igual?
- Transcurrió sin la menor huella de soldados pero unos chivitos conducidos por perros pastores pasaron por nuestras posiciones y los animales ladraron. Decidimos tratar de pasar por al lado de uno de los chacos (terrenos cultivados con frutos menores) que estaba mas cercano al cañón e iniciamos el descenso a las 18, con tiempo para llegar cómodos y cocinar antes del cruce, solo que el Ñato se perdió y se obcecó en seguir. Cuando decidimos regresar nos perdimos e hicimos noche en el alto, sin poder cocinar y con mucha sed.
- ¿Qué noticias reciben por la radio?
- El 30 de septiembre hubo un despliegue de soldados enemigos. Por la radio Cruz del Sur, el Ejército comunicó haber tenido un encuentro en Abra del Quiñol con un pequeño grupo nuestro, sin que hubiera bajas de ambas partes, aunque dicen haber encontrado huellas de sangre en nuestra huida. El grupo era de seis individuos según el mismo parte. Ahí supimos las razones del despliegue de los contrarios.
- El día 3 ¿algo para resaltar?
- Estuvimos en una cañada que no tenía agua y sí huellas de haber sido explorada por los soldados. La radio trajo la noticia de 2 prisioneros Antonio Domínguez Flores (León) y Orlando Jiménez Bazán (Camba), este reconoció haber luchado contra el Ejército; aquel dijo haberse entregado confiado en la palabra presidencial. Ambos dieron abundantes noticias de Fernando, su enfermedad y todo lo demás, sin contar lo que habrán hablado y no se publicó. Así acabó la historia de dos heroicos guerrilleros.
- ¿Sabe Ud. que le podría pasar si lo capturan?
- La radio dio la noticia del cambio del puesto de avanzada del Estado Mayor de la 4ta. División de Lagunillas a Padilla, para atender mejor la zona del Serrano donde se presume que pueden tratar de huir los guerrilleros y el comentario es que si me capturan fuerzas de la 4ta. me juzgaran en Camiri y si lo hacen los de la 8va. en Santa Cruz.
- ¿Calcula cuantos hombres los buscan en este momento?
- La radio Cruz del Sur informó de una entrevista a los Cambas; Orlando fue un poco menos bellaco. La radio chilena informó de una noticia censurada que indica que hay 1800 hombres en la zona buscándonos.
- ¿Cual es el análisis al día de hoy de su incursión en Bolivia?
- Se cumplieron los 11 meses de nuestra inauguración guerrillera sin complicación, bucólicamente; hasta que hoy a las 12:30 una vieja pastoreando sus chivas entró en el cañón que habíamos acampado y hubo que apresarla. La mujer no dio ninguna noticia fidedigna sobre los soldados, contestó a todo que no sabe, que hacía tiempo que no iba por allí. Habló sobre los caminos solamente y por ello sabemos que estamos a aproximadamente una legua de Higueras y otra de Jagüey y unas dos de Pucará. A las 17:30 Inti, Aniceto y Pablito fueron a casa de la vieja que tiene una hija postrada y otra media enana. Le dimos 50 pesos con el encargo de que no fuera a hablar ni una palabra, pero con pocas esperanzas de que cumpla a pesar de sus promesas. Luego salimos, la marcha fue muy fatigosa y dejamos mucho rastro por el cañón donde estábamos.
El Ejército dio una rara información sobre la presencia de 250 hombres en Serrano para impedir el paso de los cercados en número de 37 dando la zona de nuestro refugio entre el Río Acero y el Oro. La noticia me pareció diversionista.
En este punto Guevara hace un movimiento hacia sus soldados con la mano. Mira el reloj pulsera e indica que el tiempo se acabó.
Me piden que nos incorporemos y nos acerquemos para cubrirnos los ojos con la venda que ocultó el lugar preciso en que nos encontramos.
Antes de ello le hago la última pregunta sobre cuales son los pasos a seguir, a lo cual me contesta con una declaración llena de ideales revolucionarios “Todos los que luchamos por la liberación de nuestros pueblos, luchamos al mismo tiempo, aunque a veces no lo sepamos, por el aniquilamiento del imperialismo; y todos somos aliados, aunque a veces no lo sepamos, aunque a veces dividamos nuestras propias fuerzas por querellas internas, aunque a veces por discusiones estériles dejamos de hacer el frente necesario para luchar contra el imperialismo; pero todos, todos los que luchamos honestamente por la liberación de nuestras respectivas patrias, somos enemigos directos del imperialismo. En este momento, no cabe otra posición que la lucha directa o la colaboración.”
(*) Relato ficticio basado en textos de “El Diario del Che en Bolivia”, 1968. Ediciones Arco.
“Che” Guevara: en octubre se cumplen 40 años de su muerte
Encuentro con Ernesto Guevara en algún lugar de las sierras cercanas al Río Grande (Bolivia, octubre de 1967) (*)
El lugar es inhóspito. Llegar hasta aquí ha sido una incógnita. Los hombres bajo el mando del “Comandante” fueron totalmente sigilosos y precavidos, cualquier indicio de revelación por parte de alguien ajeno al grupo guerrillero puede ser el final para ellos.
Estamos en un chucheal (campo de una especie de bambú) al pie de la Cordillera Oriental, a unos cien kilómetros de Santa Cruz, ciudad a la que arribamos para el encuentro.
El “Che” se nota nervioso por la persecución que vive por parte de las tropas del General Barrientos y las últimas novedades no son alentadoras. Igualmente su imagen de hombre valeroso esta intacta e insufla optimismo en el resto del grupo.
Nos sentamos en un lugar bien oculto de las miradas enemigas y los puestos de vigilancia se encuentran alertas a nuestro alrededor.
Comienzo una charla amena donde Ernesto me pregunta cuestiones hogareñas de aquella patria que lo vio nacer.
Llegamos a la situación actual y sobre esta contesta que el mes de septiembre “debiera ser un mes de recuperación y estuvo a punto de serlo, pero la emboscada en que cayeron Miguel, Coco y Julio, malogró todo y luego hemos quedado en una posición peligrosa perdiendo además a León; lo de Camba es ganancia neta” refiriéndose a la captura de un oriundo de la región oriental de Bolivia. (Camba significa eso, oriundo de esta región).
- ¿Tuvieron encuentros con las fuerzas enemigas?
- Pequeños encuentros en que matamos un caballo, matamos y herimos un soldado y Urbano se tiroteó con una patrulla y la nefasta emboscada de la Higuera. Ya dejamos las mulas y creo que en mucho tiempo no tendremos animales de ese tipo salvo que vuelva a caer en un estado de mal asmático.
- ¿Ha tenido noticias de los otros grupos guerrilleros?
- Parecen ser ciertas varias de las noticias sobre muertos del otro grupo al que se debe dar como liquidado, aunque es posible que deambule un grupito rehuyendo contacto con el Ejército, pues la noticia de la muerte conjunta de los siete puede ser falsa o, por lo menos, exagerada.
- ¿Cómo son las operaciones del Ejército y de los campesinos?
- El Ejército esta mostrando más efectividad en su acción y la masa campesina no nos ayuda en nada y se convierten en delatores.
- ¿Cómo viven sus hombres el día a día?
- La moral del resto de la gente se ha mantenido bastante bien-, mira a su alrededor y señala con un movimiento de cabeza a un joven apoyado contra un montículo vigilando, – Hablé largamente con Pablito, como todos esta preocupado por la falta de contactos y estima que nuestra tarea fundamental es restablecerlo con la ciudad, pero se mostró firme y decidido “de Patria o Muerte” y hasta donde se llegue.
- Hoy es 7 de octubre, si hacemos un balance de las acciones en este mes ¿como fue el primer día?
- Paso sin novedad. Al amanecer llegamos a un bosquecillo ralo donde hicimos campamentos situando postas en los diferentes puntos de aproximación. Permanecimos un día más en aquel lugar, un cañón, ya que estaba bueno y la retirada garantizada, dado que se dominaban casi todos los movimientos de la tropa enemiga. Chapaco cocinó frituras y se dio un poco de charqui con lo que el hambre no se hizo sentir.
- ¿El día 2 estuvo igual?
- Transcurrió sin la menor huella de soldados pero unos chivitos conducidos por perros pastores pasaron por nuestras posiciones y los animales ladraron. Decidimos tratar de pasar por al lado de uno de los chacos (terrenos cultivados con frutos menores) que estaba mas cercano al cañón e iniciamos el descenso a las 18, con tiempo para llegar cómodos y cocinar antes del cruce, solo que el Ñato se perdió y se obcecó en seguir. Cuando decidimos regresar nos perdimos e hicimos noche en el alto, sin poder cocinar y con mucha sed.
- ¿Qué noticias reciben por la radio?
- El 30 de septiembre hubo un despliegue de soldados enemigos. Por la radio Cruz del Sur, el Ejército comunicó haber tenido un encuentro en Abra del Quiñol con un pequeño grupo nuestro, sin que hubiera bajas de ambas partes, aunque dicen haber encontrado huellas de sangre en nuestra huida. El grupo era de seis individuos según el mismo parte. Ahí supimos las razones del despliegue de los contrarios.
- El día 3 ¿algo para resaltar?
- Estuvimos en una cañada que no tenía agua y sí huellas de haber sido explorada por los soldados. La radio trajo la noticia de 2 prisioneros Antonio Domínguez Flores (León) y Orlando Jiménez Bazán (Camba), este reconoció haber luchado contra el Ejército; aquel dijo haberse entregado confiado en la palabra presidencial. Ambos dieron abundantes noticias de Fernando, su enfermedad y todo lo demás, sin contar lo que habrán hablado y no se publicó. Así acabó la historia de dos heroicos guerrilleros.
- ¿Sabe Ud. que le podría pasar si lo capturan?
- La radio dio la noticia del cambio del puesto de avanzada del Estado Mayor de la 4ta. División de Lagunillas a Padilla, para atender mejor la zona del Serrano donde se presume que pueden tratar de huir los guerrilleros y el comentario es que si me capturan fuerzas de la 4ta. me juzgaran en Camiri y si lo hacen los de la 8va. en Santa Cruz.
- ¿Calcula cuantos hombres los buscan en este momento?
- La radio Cruz del Sur informó de una entrevista a los Cambas; Orlando fue un poco menos bellaco. La radio chilena informó de una noticia censurada que indica que hay 1800 hombres en la zona buscándonos.
- ¿Cual es el análisis al día de hoy de su incursión en Bolivia?
- Se cumplieron los 11 meses de nuestra inauguración guerrillera sin complicación, bucólicamente; hasta que hoy a las 12:30 una vieja pastoreando sus chivas entró en el cañón que habíamos acampado y hubo que apresarla. La mujer no dio ninguna noticia fidedigna sobre los soldados, contestó a todo que no sabe, que hacía tiempo que no iba por allí. Habló sobre los caminos solamente y por ello sabemos que estamos a aproximadamente una legua de Higueras y otra de Jagüey y unas dos de Pucará. A las 17:30 Inti, Aniceto y Pablito fueron a casa de la vieja que tiene una hija postrada y otra media enana. Le dimos 50 pesos con el encargo de que no fuera a hablar ni una palabra, pero con pocas esperanzas de que cumpla a pesar de sus promesas. Luego salimos, la marcha fue muy fatigosa y dejamos mucho rastro por el cañón donde estábamos.
El Ejército dio una rara información sobre la presencia de 250 hombres en Serrano para impedir el paso de los cercados en número de 37 dando la zona de nuestro refugio entre el Río Acero y el Oro. La noticia me pareció diversionista.
En este punto Guevara hace un movimiento hacia sus soldados con la mano. Mira el reloj pulsera e indica que el tiempo se acabó.
Me piden que nos incorporemos y nos acerquemos para cubrirnos los ojos con la venda que ocultó el lugar preciso en que nos encontramos.
Antes de ello le hago la última pregunta sobre cuales son los pasos a seguir, a lo cual me contesta con una declaración llena de ideales revolucionarios “Todos los que luchamos por la liberación de nuestros pueblos, luchamos al mismo tiempo, aunque a veces no lo sepamos, por el aniquilamiento del imperialismo; y todos somos aliados, aunque a veces no lo sepamos, aunque a veces dividamos nuestras propias fuerzas por querellas internas, aunque a veces por discusiones estériles dejamos de hacer el frente necesario para luchar contra el imperialismo; pero todos, todos los que luchamos honestamente por la liberación de nuestras respectivas patrias, somos enemigos directos del imperialismo. En este momento, no cabe otra posición que la lucha directa o la colaboración.”
(*) Relato ficticio basado en textos de “El Diario del Che en Bolivia”, 1968. Ediciones Arco.
Kinka
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