
La incomunicación posibilita a los hegemónicos dominar, sin cuestionamientos, al resto de la sociedad. Cuando alguien no se comunica, otro se apodera de su voz.
Silenciar la opinión es la cárcel más rígida y penosa del ser humano, por lo cual expresarse es pensar y pensar es ser libre.
1 comentario:
algo así planteó Orwell en su novela 1984, con la neolengua y el dominio del Gran Hermano, no?
qué gran libro.
saludos y felicitaciones por generar espacios para escribir y comentar.
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